September Reign está en el gimnasio junto a su entrenador, el experimentado Ryan Mclane. Una vez que termina la sesión, ella con toda humildad decide agradecerle por sus servicios, así que se ubica de rodillas y comienza con una esplendorosa mamada.
En este evento de poco más de 20 minutos, los labios, lengua y garganta de la diosa de ébano son puestos a prueba, pero ella sortea con creces esa tarea y por eso recibe su buena carga de semen en compensación.