Phoenix Marie tiene la misión de hacer limpieza en la casa de la Sra. Starr. Al llegar, observa que su jefe se encuentra acompañada de su hija, la insoportable Violet Starr. Y ese calificativo se nota porque desde su arribo, la joven estrella comienza con improperios y comportamientos de fastidio hacia la voluptuosa rubia.
En cada espacio, cada movimiento que desarrolla Phoenix, Violet está ahí para indicarle con sus pataletas que no está de acuerdo con la forma cómo realiza los trabajos de aseo.
Así que el ambiente y la paciencia se van colmando, sin embargo, Violet no se resigna con su hostigamiento, pero decide tomarse un tiempo y se va para el baño y saca un vibrador y comienza a masturbarse. En el acto, Violet deja un reguero y le exige a Phoenix que acuda a limpiar, así que ella estalla y no va a permitir que la situación se sigue presentando y toma la situación por su cuenta.
Es hora de que Violet aprenda quién tiene el control y de inmediato, es sometida a una excitante dominación sexual por cuenta de la exuberante Phoenix.
